|
|
La oferta se define como la cantidad
de bienes o servicios que se ponen a la disposición del público consumidor en
determinadas cantidades, precio, tiempo y lugar para que, en función de éstos,
aquél los adquiera. Así, se habla de una oferta individual, una de mercado o
una total.
En el análisis de mercado, lo que interesa es saber cuál es la oferta existente
del bien o servicio que se desea introducir al circuito comercial, para determinar
si los que se proponen colocar en el mercado cumplen con las características
deseadas por el público.
Dada la evolución de los mercados, existen diversas modalidades de oferta, determinadas
por factores geográficos o por cuestiones de especialización. Algunos pueden
ser productores o prestadores de servicios únicos, otros pueden estar agrupados
o bien, lo más frecuente, es ofrecer un servicio o un producto como uno más
de los muchos participantes en el mercado.
En el primer caso referido como el de especialización, se trata de monopolios,
donde uno solo es oferente en una localidad, región o país, lo cual le permite
imponer los precios en función de su exclusivo interés, sin tener que preocuparse
por la competencia. A ello, el público consumidor sólo puede responder con un
mayor o menor consumo, limitado por sus ingresos.
Para los casos de un cierto número restringido de oferentes, que se ponen de
acuerdo entre ellos para determinar el precio de mercado, se les conoce como
el oligopolio. Muy similar al caso anterior, el consumidor no afecta el mercado,
pues su participación igualmente se ve restringida por su capacidad de compra.
El último caso, el de mercado libre es aquél donde sí interviene la actuación
del público que puede decidir si compra o no un bien o servicio por cuestión
de precio, calidad, volumen o lugar. Bajo esta presión, el conjunto de oferentes
de un mismo bien o servicio, inclusive de un producto sucedáneo o sustituto,
debe estar atento en poder vender, de conformidad con las reacciones de los
clientes quienes, por su parte, tienen la posibilidad de cambiar de producto
o de canal de distribución como les convenga. De ese modo, los compradores influyen
sobre el precio y la calidad de los bienes o servicios. Esta doble actuación
supone una regulación automática de los mercados, por ello, los oferentes deben
velar permanentemente por su actualización a modo de no quedar rezagados en
calidad, oportunidad, volumen o precio.
El hablar de estas características tiene por objeto que el empresario, deseoso
de poner un negocio en este giro, pueda calibrar el tipo de mercado existente
en cuanto a la oferta y así determinar si le conviene o no aventurarse.
Es igualmente posible que al iniciar esta parte del trabajo, el futuro inversionista
advierta la inconveniencia de proseguir y el estudio le habrá servido para no
arriesgar en una empresa que fuera a resultar improductiva. La decisión que
tome no dependerá exclusivamente de la participación en un mercado libre, sino
que puede proponerse romper un monopolio o un oligopolio locales, lo cual tendrá
su grado de dificultad, pero puede lograrse. No así, si deseara competir con
un gran monopolio de Estado cuya actuación frecuentemente es social y que no
obedece a una dinámica del mercado.
En lo relativo al estudio de la oferta, para este giro, se debe conocer quiénes
están ofreciendo ese mismo bien o servicio, aún los sustitutos en la plaza donde
se desea participar, con el objeto de determinar qué tanto se entrega al mercado,
qué tanto más puede aceptar éste, cuáles son las características de lo suministrado
y el precio de venta prevaleciente. El estudio debe contener la cantidad de
empresas participantes, los volúmenes ofrecidos en la zona y el precio promedio
al que se vende. En este punto, es conveniente realizar un cuadro comparativo
entre los distintos tipos de oferentes con sus diversos bienes o servicios,
comparar sus precios y la calidad ofrecidos, de preferencia investigar acerca
de los potenciales de producción, o sea saber si pueden ofrecer en mayores volúmenes
y hacer un mapeo de la distribución en la zona de interés, respecto del giro
que se propone instalar.
Para el análisis comparativo se propone el siguiente cuadro, sólo complételo
con la información que pueda obtener de la región:
Análisis de la oferta de la región o localidad |
Nombre
del Productor |
Localización |
Grado de
utilización de la Capacidad instalada (%) |
Precio
del producto al cliente |
Señale
planes de expansión |
Inversión
fija estimada |
Número
de trabajadores ocupados |
Volumen
de Producción |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|