Acabarán apoyos a fondo perdido: Sergio García de Alba

La revolvencia supone la devolución de los recursos en plazos y condiciones acordadas por el usuario. La Secretaría de Economía (S.E.) terminó con el enfoque de manejar subsidios a fondo perdido en materia de los apoyos a las pequeñas y medianas empresas (PyME´s) debido a que esta práctica no favorecía la formalización de los negocios. Ahora, en la mecánica del Fondo PyME es una prioridad garantizar la revolvencia de la mayor parte de los apoyos oficiales, aseguró el Subsecretario de Economía, Sergio García de Alba.

Tras asegurar que la revolvencia de los apoyos redundará en multiplicar los recursos disponibles en lo sucesivo, indicó que ya se maneja bajo esta modalidad 75 por ciento de los 1,022 millones de pesos en apoyos que ejerce este año el Fondo PyME. La cuarta parte restante, que no tiene carácter revolvente, es lo destinado a programas de capacitación y consultoría.

En el marco de los trabajos del II Taller Empresarial de la Sociedad para la Prosperidad, que se realiza en Guadalajara, detalló que este año el Fondo PyME desencadenará efectos multiplicadores al conjugarse con las aportaciones de los gobiernos estatales, los fondos de garantía para el financiamiento y los recursos de agentes productivos involucrados, de modo que se genere una canalización de 18 mil a 20 mil millones de pesos a favor de las pequeñas y medianas empresas.

Hizo notar que la revolvencia de los recursos tiene un efecto multiplicador en apuntalar la profesionalización de sus agentes productivos y no repetir experiencias negativas de los subsidios a fondo perdido, como sucede en el sector primario, donde la canalización de recursos no ha incidido en la formalización de negocios.

La revolvencia supone la devolución de los recursos en plazos y condiciones acordadas por el usuario, a diferencia de esquemas a fondo perdido en los que los recursos son subsidios directos.

El extitular de la Secretaría de Promoción Económica de Jalisco, refirió que las acciones del Fondo PyME se contextualizan este año en una serie de medidas de desregulación y de nuevos instrumentos en aras de propiciar la competitividad de los pequeñas empresas, lo que tuvo su soporte en una simplificación sustancial de procesos de operación, lo que trajo la reducción de trámites que antes suponían hasta 180 días en algunos casos, para llegar ahora a un máximo de 60 días en el peor escenario.

Centros regionales

También habló de las prioridades que se tienen en marcha, como los centros regionales y sectoriales de articulación productiva. Citó que un antecedente en Jalisco fue la Cadena de Desarrollo de la Industria Electrónica (Cadelec), cuya experiencia requiere de su aplicación en varios rubros con carácter urgente para el desarrollo de proveedores, como en la rama automotriz, por citar un ejemplo de gran importancia por ser la rama más dinámica del país en captación de inversiones.

En este contexto, dijo que ya hay avances significativos en el desarrollo de proveedores en varias cadenas industriales vinculadas al comercio de tiendas departamentales y autoservicio, como los casos de los sectores textil, confección, agroalimentario, calzado y marroquinería.

Sergio García de Alba enfatizó que el Fondo de Garantías para aprovecharlo al máximo para sacar todas las ventajas posibles a los financiamientos, de modo que se revierta en todo lo posible la situación de que 98 por ciento de los créditos sean para capital de trabajo, como sucedió en 2003, en vez de fortalecer la infraestructura tecnológica de las pequeñas empresas.

Otra prioridad en la materia han sido los apoyos a los esquemas de incubación de empresas, lo que ya supone 85 modelos en proceso, de los que 34 ya han recibido apoyos. Lo deseable es lograr la supervivencia de 80 o 90 por ciento de las nuevas empresas que se lanzan al mercado, con un adecuado seguimiento en sus primeros meses de vida. Para ello se tiene una vinculación con universidades, organismos de capacitación y consultoría, bancos, organismos intermedios y centros tecnológicos.

A la vez, trajo a colación los avances del esquema de apoyos de capital semilla para nuevos proyectos, lo que este año concentró 45 millones de pesos, para apoyar tres tipos de acciones, con topes de 35 mil 150 y 500 mil pesos, de acuerdo al tamaño de los negocios y su base tecnológica implicada.

También se tiene en marcha un proceso de documentación de los casos exitosos de los proyectos del Fondo PyME, de modo que con ello se repitan apoyos de experiencias de éxito en nuevos casos de los usuarios que se vinculen a este fondo.

Nafin prevé financiar a 200 mil empresas

Nacional Financiera pretende apoyar este año a 200 mil empresas mexicanas con diversos productos financieros, lo que es una muestra contundente de que la reactivación del financiamiento en el país es un hecho, sobre todo si se toma en cuenta que en 2000 se apoyó a tan sólo cinco mil empresas, indicó el Director General de NAFIN, Mario Laborín Gómez.

Para 2004 se anticipa también canalizar mucho más recursos que los 83 mil millones de pesos que se ejercieron durante el año pasado.

En el marco de los trabajos del II Taller Empresarial de la Sociedad para la Prosperidad, que se realiza en Guadalajara, Laborín recordó que NAFIN es el brazo operativo más importante de los programas de la Secretaría de Economía en diversos rubros, como desarrollo de proveedores, el factoraje para el capital de trabajo, las garantías líquidas que demandan los bancos privados, los esquemas de incubación de nuevas empresas y la demanda de intermediarios no bancarios, entre otras acciones.

Reconoció que hay barreras pendientes en superar en materia de regulación y seguridad jurídica para desarrollar acciones todavía más agresivas, como los financiamientos en esquemas de capital de riesgo, en lo que México tiene rezagos importantes ante otros países, incluso latinoamericanos, como Argentina y Brasil.

En NAFIN actualmente se manejan recursos por mil 400 millones de dólares en portafolios de capital de riesgo. Pero resaltó que esto puede aumentarse si llegan a concretarse nuevos proyectos de gran potencial económico avalados por el Banco Interamericano de Desarrollo, que serían detonantes de inversión y empleo en los que NAFIN sería socio aportante.