Variable económica
INEGI
reportó el miércoles 16 un crecimiento del Producto Interno Bruto de 2004 de
4.88% a tasa anual en el cuarto trimestre. Este crecimiento fue generalizado:
el sector servicios avanzó 5.6%, el sector industrial 3.6% y el primario 2.9%.
Es importante resaltar que las actividades productivas ligadas a la demanda
interna fueron las que crecieron más dinámicamente en el trimestre: Transporte
y comunicaciones (9.9%), Comercio, restaurantes y hoteles (7.0%) y Construcción
(6.0%). Todas estas cifras son a tasa anual.
Dado
que INEGI revisó al alza el avance de los tres trimestres previos, el resultado
del crecimiento en la producción de 2004 fue de 4.36%. Las cifras trimestrales
revisadas resultaron de la siguiente manera (todas son tasas anuales): en el
primer trimestre la economía creció 3.91% en lugar de 3.73%. En el segundo, el
crecimiento fue de 4.08% en lugar de 3.94%, y en el tercero de 4.56% en vez de
4.42%.
Si
elimináramos estos ajustes, la economía de nuestro país hubiera crecido 4.2%.
El perfil trimestral parecería mostrar que el crecimiento se aceleró a lo largo
del año, pero no fue así. Estas cifras reportan el avance contra el mismo
periodo del año anterior. Por lo tanto, hay que revisar la base previa para dar
la dimensión adecuada a cada tasa. Regresaremos a este punto más adelante.
De
acuerdo a INEGI, el avance por sectores se reportó el año pasado de la
siguiente forma: el primario creció 4.0%, el industrial 3.8% y el de servicios
4.8%. Como ya mencionábamos, los sectores que presentaron aumentos están
ligados principalmente al mercado interno: Construcción, 5.3; Comercio,
restaurantes y hoteles, 4.9%, Transporte y comunicaciones, 9.7%, y Servicios
financieros, 4.6%.
La
manufactura –ligada a la demanda externa, a través de la maquila de
exportación- avanzó 3.8% debido a la expansión del sector industrial en los
Estados Unidos.
Si
desestacionalizamos la tasa del cuarto trimestre, el crecimiento del Producto
Interno Bruto con respecto al tercero fue de 1.36%. Si aplicamos la metodología
usada en los Estados Unidos y anualizamos la tasa desestacionalizada, el
resultado que se obtiene es un crecimiento de 5.55%, muy superior al avance de
la economía norteamericana en el mismo periodo: 3.1%.
De
hecho, las cifras ajustadas por estacionalidad a lo largo de 2004 muestran que
la economía mexicana tuvo aumentos de 5% o más en tres de los cuatro
trimestres. Con esta metodología, el desempeño de la economía de nuestro país
ha sido superior a la de Estados Unidos desde finales de 2003, a excepción de
un trimestre.
Ahora
bien ¿en qué consiste desestacionalizar una cifra? En México las cifras se han
publicado comparando un periodo x del año n, contra el mismo periodo x del año
n-1. Por ejemplo: el crecimiento del PIB en el último trimestre del año 2004
toma como base el nivel alcanzado en el mismo trimestre de un año antes. Si la
tasa que se obtuvo fue 4.88%, esto quiere decir que en el último trimestre de
2004 se produjeron 4.88% más bienes y servicios que en el mismo trimestre de
2003.
Puede
haber un problema con la base. Hasta cierto punto, la tasa de crecimiento
depende de lo que haya sucedido en el mismo periodo de un año antes. Al
desestacionalizar eliminamos esta comparación. Desestacionalizar significa que
eliminamos los efectos ‘estacionales’ en una variable.
Al
desestacionalizar una cifra la podemos comparar contra el periodo previo (por
ejemplo, el crecimiento en el cuarto trimestre contra el tercer trimestre).
Entonces sí es posible determinar la tendencia de una variable económica.
El
ejemplo típico de un efecto estacional son las ventas de helados. Éstas
aumentan en la primavera y en el verano porque se eleva la temperatura
promedio. Si se deseara determinar cuáles serían las ventas de helados en mayo
(por ejemplo) sin el ‘efecto temperatura’ habría que desestacionalizar o
ajustar por estacionalidad (es lo mismo).
De esta
manera, además, podríamos comparar la cifra de mayo con las ventas de abril,
marzo, etc. si a estas últimas las hemos desestacionalizado. Existen técnicas
estadísticas (suficientemente probadas) para llevar a cabo este ajuste en las
cifras.
En los
últimos años, afortunadamente, el INEGI decidió publicar cifras
desestacionalizadas de las variables económicas a las que da seguimiento. De
esta manera, es posible conocer la tendencia de las variables. En Estados
Unidos las cifras económicas se publican –todas- ajustadas por estacionalidad.
Para
evitar el posible ‘engaño’ al que nos referíamos acerca de que la economía
aceleró su marcha a lo largo del 2004, hay que revisar la serie de tasas
ajustadas por estacionalidad. Estas permiten observar que el dinamismo
económico en México descendió en el tercer trimestre y volvió a activarse en el
último. En el primer semestre el ‘jalón’ provino del comercio exterior,
mientras que el impulso de la demanda interna explica el avance del último
trimestre. De esta manera resulta claro que a lo largo de 2004 no se registró
una mejora gradual y sostenida.
El
crecimiento de 4.36% de la economía mexicana en 2004 es superior en más de dos
veces al crecimiento acumulado en el periodo 2001 a 2003, que fue de 2.03%.
Asimismo, es casi idéntico al avance del PIB de los Estados Unidos en 2004:
4.39%. Además, permitió una recuperación del ingreso por habitante, que se
ubica 3.2% por arriba del nivel alcanzado en el año 2000.
Los
indicadores económicos publicados recientemente apuntaban claramente a un
cierre de año con un nuevo impulso en el crecimiento, apoyado en el mercado
interno.
El hecho
es relevante para indicar la posible evolución de la economía mexicana en el
primer trimestre de 2005. Consideramos que el vigor continuará, ya que en buena
medida el ímpetu reciente descansó en la expansión de la demanda interna.
El
consumo y la inversión contribuirán decididamente al crecimiento económico en
2005. No queremos decir que la demanda externa ya no será importante, sino que
disminuirá su relevancia en términos relativos. En este sentido, la esperada
desaceleración del crecimiento de los Estados Unidos tendrá un menor efecto en
la economía mexicana.
J.
Francisco Pulido es Director de Análisis Económico de HSBC México
jose.f.pulido@hsbc.com.mx
(Exclusiva
de EL UNIVERSAL online)
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