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En México existe la tradición
de ofrecer al mercado bienes o servicios que dejen cien por ciento de ganancia,
lo que duplica de manera mecánica los costos, debido a que en la etapa de comercialización
del producto, este pasa por varias etapas o intermediarios y cada uno de ellos
le incorpora un cierto valor, sea porque clasificó productos de diversas tallas
y calidades, sea porque los destina a distinto tipo de consumidor, sea porque
los transporta desde lugares remotos a una plaza más comercial. En cualquier
caso, con un mayor o menor nivel de justificación, los productos se desplazan
por varios medios que deben obtener un beneficio por su participación o riesgo.
Es costumbre, entre los comerciantes, hablar de porcentajes calculados a partir
de los precios a los cuales venden. Así, cuando un vendedor coloca un producto
en $125.00 y lo adquirió en $100.00 está obteniendo un margen de 20% para su
ganancia incluido el importe del costo de operación. Lo anterior implica que
con tres intermediarios y un vendedor final, con un margen de 20% cada uno,
el producto llega 2.44 veces más caro que el precio al que lo vendió el productor.
Si el margen sube a 25% el producto llega a su destino 4.21 veces más caro que
en el origen.
Lo anterior lleva a conocer bien los costos para establecer un razonable margen
de ganancia y así determinar, en un estudio de mercado los niveles de precio
que puedan ser competitivos, o sea conocer bien los montos prevalecientes que
ofrece la competencia, en las distintas instancias de intermediación, para ajustar
todos los gastos de manera competitiva.
Al igual que en el caso anterior, la calidad desempeña un papel de primordial
importancia. Bajo las nuevas costumbres que tienden a imperar en el mundo, la
calidad se relaciona directamente con los materiales utilizados en la elaboración
de los bienes o servicios. Así mismo, la calidad se refleja en el nivel de satisfacción
que se le da al consumidor por lo cual estará dispuesto a pagar un poco más
por ella. La calidad también se destaca en la presentación y con los servicios
post-venta, esto es el servicio o atención complementarios ofrecidos, después
de haber vendido el producto o el servicio.
La obtención de la calidad debe comenzar desde las materias primas y continuar
hasta la entrega del producto al cliente, por lo que es necesario el compromiso
de todos los que participan dentro de la cadena productiva, para poder ofrecer
bienes o servicios de calidad, de lo contrario no se puede garantizar alcanzar
los estándares internacionales de calidad en caso de que se esté buscando la
participación en el mercado internacional.
Como se mencionó anteriormente, la calidad también debe ser un trabajo permanente,
en búsqueda de su obtención, pues una vez obtenida, fácilmente se pierde si
no se continúa renovando esta práctica. Generalmente se obtiene gracias a la
contribución de todos los participantes en los procesos productivos.
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