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Las deudas de una empresa son
una fuente de financiamiento que le permiten adquirir bienes de capital, inventarios,
pago de nóminas, entre otros. Sin embargo, este financiamiento se debe analizar
cuidadosamente, ya que compromete los recursos de la empresa a corto y largo
plazo, según sea el caso. Los pasivos generalmente se obtienen de las siguientes
fuentes:
- Proveedores (crédito comercial)
- Banca
- Crédito hipotecario
- Crédito refaccionario
- Emisión de obligaciones
- Factoraje financiero
- Almacenes generales de depósito
- Préstamos personales
Entre los elementos que se deben
analizar para la solicitud de un crédito están: naturaleza del crédito, si satisface
las necesidades de la empresa, plazo para pagarlo, tasa de interés que se genera,
descuentos por pronto pago y tipo de bien que se entrega en garantía.
El primer paso para una efectiva administración de los pasivos conlleva la clasificación
de los diversos tipos de deudas y obligaciones en grupos formados con valores
homogéneos; y se debe realizar atendiendo su mayor y menor grado de exigibilidad,
entendida como el menor o mayor plazo de que se dispone para liquidar una deuda
o una obligación.
- Mayor grado de exigibilidad. Una deuda o una obligación tiene mayor grado
de exigibilidad, en tanto sea menor el plazo de que se dispone para liquidarla.
- Menor grado de exigibilidad. Una deuda o una obligación tiene menor grado
de exigibilidad, en tanto sea mayor el plazo de que se dispone para liquidarla.
En atención a su mayor y menor
grado de exigibilidad, las deudas y obligaciones que forman el pasivo se clasifican
en:
Pasivo circulante o flotante. Este grupo
está formado por todas las deudas y obligaciones cuyo vencimiento se ubique
en un plazo menor de un año; tales deudas y obligaciones tienen como característica
principal que se encuentran en constante movimiento o rotación.
Para eliminar las posibilidades por falta de liquidez que pudieran presentarse
al ejecutar una estimación inadecuada, es recomendable obtener líneas de crédito
superiores a los requerimientos determinados con bases presupuestales. Por ello,
este presupuesto debe estar ligado a otros gastos que forman parte del presupuesto
de operación y de gastos acumulados.
Las principales deudas y obligaciones que forman el pasivo circulante o flotante
son:
Cuentas por pagar a proveedores. Generalmente
representan una cantidad importante dentro del pasivo de las empresas y su comportamiento
está ligado a las compras que la empresa efectúa, ya que por lo regular las
obligaciones están distribuidas entre muchos proveedores, complicando su cálculo
individual para establecer el monto correspondiente a este financiamiento. Si
se cuenta con una política establecida para efectuar las compras y hacer frente
a las ventas futuras; se puede observar que su monto responde precisamente al
costo de las ventas futuras, lo que en la práctica es una forma confiable y
segura para calcular su monto.
Es importante destacar que para obtener un cálculo más exacto, debe considerarse
el costo de las materias primas, incluido en el costo de ventas. Se toman en
consideración estrategias especiales en las compras, como pueden ser: compras
por furgón o lote en determinadas fechas del año, o bien pagos anticipados para
obtener importantes descuentos financieros.
Gastos de operación e impuestos acumulados por
pagar. Estos conceptos son manejados y estimados mensualmente en las
empresas de este giro y normalmente están ligados con otros conceptos: la provisión
del impuesto sobre la renta está relacionada con las cantidades mostradas en
resultados menos los anticipos detallados en el presupuesto del efectivo; los
intereses acumulados están relacionados con los préstamos, por lo que es muy
conveniente que estos conceptos estén cruzados con otros, para dar al presupuesto
una mayor seguridad numérica.
Pasivo fijo o consolidado. Este grupo está
formado por todas las deudas y obligaciones con vencimiento mayor de un año,
contado a partir de la fecha del balance. Este concepto representa la participación
más importante que el financiamiento externo tiene sobre la empresa. El presupuesto
a largo plazo casi siempre no presenta problemas en su estimación, debido a
que su monto es estable y en particular es estudiado, analizado, y planeado,
tomando en consideración la estructura financiera que se requiere para cumplir
con los objetivos de liquidez, solvencia financiera y productividad. Las principales
deudas y obligaciones que forman el pasivo fijo o consolidado son:
- Capital social y utilidades retenidas
- Hipotecas por pagar o acreedores hipotecarios
- Documentos por pagar (a largo plazo)
Cuando existan créditos por pagar
a largo plazo, como sería el caso para cinco años, de los cuales se deba cubrir
mensual o anualmente una parte determinada, dicha parte debe considerarse un
pasivo circulante y, el resto del crédito, un pasivo fijo o consolidado.
Pasivo diferido o crédito diferido. Este
grupo lo forman todas aquellas cantidades cobradas con anticipación, por las
que se tiene la obligación de proporcionar un servicio, tanto en el mismo ejercicio
como en los posteriores.
Las cantidades cobradas por anticipado se deben considerar un pasivo, porque
generan la obligación de proporcionar un servicio equivalente a la cantidad
que se ha cobrado. Los servicios cobrados por anticipado tienen como característica
que su valor disminuye con el transcurso del tiempo o conforme se vayan proporcionando
dichos servicios. De los servicios cobrados por anticipado sólo se considera
de utilidad la parte disminuida por el transcurso del tiempo y, el resto, se
distingue como un pasivo diferido. No debe olvidarse que todo servicio cobrado
por anticipado es convertible en utilidad al paso del tiempo en que se vayan
proporcionando tales servicios.
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