HISTORIA DEL GIRO
La presencia del giro tiene dos siglos de
existencia, con la introducción de cafetos importados de Cuba en 1790, implantados en la
región de Córdoba, Veracruz. Asimismo, la técnica para beneficiar café se adoptó de
otros países productores como Colombia, Brasil, Costa Rica, entre otros.
A finales del siglo dieciocho se inició
el cultivo del café de tal forma que en 1826 había medio millón de plantas. En 1846 se
dio la tercera entrada de cafetos, importados de San Pablo, Guatemala en la región de
Soconusco, Chiapas y posteriormente el tercer foco de diseminación fue en 1828 en
Uruapan, Michoacán, con plantas traídas de Moka, Arabia. De lo que no hay duda es que el
cultivo se difundió durante la primera mitad del siglo XIX, principalmente en Veracruz,
Chiapas, Tabasco y Michoacán.
La Bolsa de Valores de Nueva York
registró en 1882 a México como uno de los principales exportadores con 70 mil sacos de
café tipo oro de 60 kg., cifra que fue en aumento hasta llegar a 505 mil sacos al año en
1909, periodo en el cual México ocupó el tercer lugar entre los países productores de
café.
A principios del siglo XX, la producción
cafetalera nacional se vio afectada por la revolución mexicana de 1910, que ocasionó un
derrumbe en la producción por el abandono de plantaciones. Posteriormente, la producción
fue mejorando, en la década de 1930 ya se notaba la mejoría productiva, reflejada en el
número de beneficios censados que en ese entonces alcanzaba un total de 310 con una
capacidad de 261 575 toneladas de cereza.
Este repunte productivo provocó que las
autoridades diseñaran políticas con la finalidad de mejorar las plantaciones de café en
el territorio nacional.
En 1937 nació la Compañía Exportadora
e Importadora Mexicana, S. A. (CEIMSA) que fue creada por el estado para regular los
precios de los productos básicos.
Durante 1942 CEIMSA decidió la creación
de una empresa filial a la cual daría el nombre de Cafés Tapachula, S. A. cuya finalidad
fue la de adquirir y administrar beneficios de café.
Tres años después, dicha empresa se
convierte en Beneficios Mexicanos del Café, S. de R. L. y C. V. (BEMEX), teniendo como
objetivo comprar, beneficiar y vender café representando al sector público.
En 1958 es creado en Instituto Mexicano
del Café (INMECAFE) teniendo como objetivo central promover y difundir los sistemas más
convenientes de cultivo, beneficiado e industrialización.
El INMECAFE conformó un esquema
organizativo básico para financiar a la cafeticultura el cual se inicio en 1973, cuando
se puso en marcha una fuerte campaña para agrupar a los productores en las llamadas
unidades económicas de producción y comercialización (UEPC). Bajo este esquema los
productores miembros recibían anticipos bajo un compromiso solidario donde todos ellos
debían liquidar sus adeudos individuales mediante la entrega de parte de la cosecha la
cual sería beneficiada a través de las instalaciones del INMECAFE; por medio de este
mecanismos se llega a habilitar a tres cuartas partes de los productores cafetaleros del
país.
En 1989 se da un severo desplome de
precios por la suspensión del sistema de cuotas, lo que provocó serios problemas de
liquidez entre los exportadores, debido a que en el momento de la caída de precios
tenían sus bodegas llenas, así al tener que vender el café oro a precios más bajos a
los que se pagaban anteriormente, un gran número de beneficiadores quedaron sin capital
para operar los ciclos siguientes, ya que en comparación con los ciclos anteriores los
precios disminuyeron entre un 30 y un 40%; este problema de dio principalmente entre los
medianos y grandes beneficiadores. Este problema se incrementó ya que también en 1989 en
las regiones cafetaleras de Puebla, San Luis Potosí y algunas partes altas de Veracruz se
presentaron severas heladas que afectaron 11% de la producción nacional y que
contribuyeron a incrementar los problemas de capacidad de pago de los productores.
En 1989 se propone un cambio estructural
del INMECAFE que incluía la transferencia mediante la venta al sector social de los
beneficios e instalaciones de almacenamiento para que los productores minifundistas a
través de sus organizaciones vendan café oro en mejores condiciones, señalándose un
periodo de 3 años para concluir el proceso.
La infraestructura que poseía el
INMECAFE consistía en grandes instalaciones, de un total de 38 beneficios húmedos a
transferir 24 (68.5%) tenían una capacidad igual o mayor a 200 Qq/día y concentraban 93%
de la capacidad instalada del INMECAFE. De estas instalaciones, 21 se localizaban en
Veracruz con 74.4% de capacidad instalada.
El gran tamaño de los beneficios a
transferir demandaban la existencia de organizaciones consolidadas y con altos volúmenes
de producción, además de requerir elevados montos de capital de trabajo. Ello contrasta
con el bajo nivel organizativo de los cafeticultores.
Para atenuar estas dificultades, de las
plantas agroindustriales con que contaba el INMECAFE, aproximadamente 5 beneficios fueron
desmantelados totalmente; asimismo, otros fueron desmantelados parcialmente por estar
sobre equipados con relación con sus áreas de abasto. Estos desmantelamientos totales o
parciales dieron lugar a cerca de 80 unidades de beneficios de pequeña capacidad. No
obstante las facilidades otorgadas, hoy la operación de los beneficios transferidos
enfrenta algunos problemas como la falta de experiencia en el trabajo colectivo, ausencia
de capacitación, falta de recursos y descapitalización.
Desde la aparición del giro, se han
experimentado cambios notables en cuanto a tecnología aplicada. Sin embargo, la cuestión
esencial está en darle más valor agregado a la producción de café, ya que no debe
limitarse sólo al proceso de beneficiado, sino que se deben incluirse actividades como la
torrefacción que engloba el tostado y el molido, o sea, la industrialización del café
verde para obtener café soluble y café molido listo para consumirse.
En tiempos recientes se observa que
durante el ciclo cafetalero 1996/1997, las exportaciones de café alcanzaron 859 millones
de dólares, al enviarse a los mercados internacionales 4 millones 383 mil sacos de 60
kilos, por lo que el café se mantiene como el principal producto agrícola generador de
divisas del país.
En los últimos ciclos cafetaleros
México ha exportado en promedio 80% de su producción.
En los últimos años México se ha
consolidado como un país productor netamente exportador, ya que en el ciclo 1995/96 sólo
consumió el 18% del total de su producción y en el ciclo 1996/97 el consumo interno tuvo
una fuerte reducción resultado de los mayores precios del café y el estancamiento del
poder adquisitivo de la población.
Estados Unidos es el principal comprador
de café mexicano, ya que adquiere en promedio el 80% de café verde producido en México.
Por otro lado, Alemania, Suiza, en
conjunto, adquirieron 10% de las ventas mexicanas. El resto de las ventas al exterior las
absorbieron diversos países tales como Francia, Islas Vírgenes, Islas Canarias y Japón,
entre otros.
Exportaciones e importaciones de
productos del giro (en miles de US$) asciende a:
|
1995 |
1997 |
VAR (%) |
Exportaciones
Importaciones |
663,842
18,742 |
859,022
26,412 |
29.4
40.9 |
|